La situación ambiental que se vive en la actualidad es un problema que afecta a toda la humanidad desde su aparición en el planeta. El ser humano, en su deseo de satisfacer necesidades de supervivencia y comodidad, ha ocasionado serios problemas al ambiente, originando un efecto indeseado con serias consecuencias como la modificación de ecosistemas naturales, la contaminación atmosférica y cambios climáticos importantes.

Dado que los problemas ambientales locales repercuten poco a poco en todo el mundo, no pueden verse, ni trabajarse de manera aislada el cuidado y deterioro del ambiente ya que dependen en gran medida unos de otros; la crisis ambiental, debe ser tratada de forma global, porque es la humanidad la que con sus actividades y necesidades está incidiendo tanto en la preservación, protección y mejoramiento como en su deterioro y degradación.

Por consiguiente, es imprescindible reconocer que la crisis ambiental que se está viviendo nos compromete en la búsqueda de soluciones innovadoras en favor del planeta; si se logra concientizar desde la infancia sobre el cuidado, uso y aprovechamiento de los recursos naturales, es probable un cambio conductual con actitudes positivas, innovadoras y asertivas hacia el medio, es decir, una relación armónica entre el ambiente y la sociedad. En este contexto, cabe hacer mención que toda crisis permite buscar soluciones más allá de lo conceptual, surge el desafío de fortalecer y hacer suyos valores, motivaciones, compromisos y actitudes hacia una educación ambiental dirigida a la cultura de la sustentabilidad como una opción factible para reducir la problemática.

Sin embargo, el impacto ambiental producido por el crecimiento económico es motivo de atención desde los años setenta y momento en que el ser humano comienza a valorar el medio en el que vive, a tener una nueva perspectiva de la relación sociedad y medio ambiente; en ese sentido, la Organización de las Naciones Unidas a través de la UNESCO y PNUMA han impulsado la educación ambiental, conviene subrayar que la puesta en marcha y la definición de dicho concepto, ha sido producto de la voluntad de educadores y organizaciones no gubernamentales.

Por lo cual, es indispensable incluir en las políticas educativas ambientales y de Estado, programas que impulsen un desarrollo sustentable, compatible con la conservación del ambiente a través de la participación de la sociedad, ya que toda demanda social favorece cambios tanto en lo político, económico como en lo social, contribuyendo en la solución de problemas ambientales; sin embargo, a pesar de que la educación ambiental contribuye a generar un cambio de actitud en las personas e impulsar formas de vida conscientes del uso adecuado de recursos de la naturaleza.

Por esta razón, en nuestro planteamiento metodológico y consientes de dicha problemática ambiental, partimos de un diagnóstico de necesidades vivenciales en la institución a través de la observación y reflexión de la realidad que se vive en la localidad por medio del diálogo y la comunicación asertiva entre ellos, se enfatiza concretamente en la carencia de agua potable y la pobreza extrema con altos índices de delincuencia. Por lo anterior, se motivó a los alumnos a la investigación de acciones encaminadas a desarrollar proyectos sustentables que contribuyeran a la mejora de su calidad de vida, siendo amigables con el medio ambiente, promuevan sus capacidades reflexivas y de observación para su puesta en práctica.

Por ese motivo, se decidió formar parte del proyecto sustentable encabezado por una Fundación en la localidad de San Bartolomé Actopan, comunidad rural, situada en el municipio de Temascalapa, perteneciente al Estado de México; la escuela Telesecundaria Lic. José Zubieta, decidió formar parte del PNRCA (Programa Nacional de reforestación y Cosecha), se participó con el apoyo de padres de familia en la construcción y captación de agua pluvial mediante una cisterna que contribuiría a la creación y desarrollo de huertos escolares como una alternativa productiva que permita obtener un ingreso económico y el autoconsumo de los mismos.

La escuela Telesecundaria Lic. José Zubieta, reunió las condiciones necesarias para incluirse en el programa; cabe señalar, que la institución cuenta con una extensión territorial pertinente para llevarlo a cabo y se encuentra ubicada a las afueras de la comunidad. Cuenta con una matrícula de 250 alumnos, 12 docentes y 250 alumnos distribuidos en 10 grupos con 25 alumnos cada uno.

Se realizó la logística necesaria manteniendo comunicación entre las autoridades escolares, docentes y la asociación civil PRONATURA con el propósito de conocer acerca del programa, la asociación brindó las recomendaciones pertinentes para la organización y puesta en marcha dentro de la institución, llegando al acuerdo de que todas las actividades de construcción, riego, cuidado y mantenimiento de las camas de cultivo se realizarían por grupo.

En primer lugar, cada docente se encargó de solicitar a sus alumnos apoyarse con sus padres para llevar a la escuela un costal de abono orgánico (estiércol), que serviría para preparar las camas donde se realizaría la siembra de los vegetales.

Mientras tanto los padres de familia y pobladores iniciaron la construcción de la cisterna captadora de agua pluvial, cuya función principal sería dar abasto a los huertos escolares por medio de un sistema de riego por goteo, la estructura estaría conectada al arco techo de la institución con ayuda de un tubo pvc.

El segundo paso, fue una asesoría dirigida a los alumnos, padres de familia y maestros para explicar cómo se desarrollaría la preparación de las camas (1), dirigida por la asociación civil PRONATURA.

Como tercer paso, se siguieron las indicaciones recibidas: el huerto se orientó de Norte a Sur con la intención de que las camas pudieran recibir la mayor cantidad de luz, se emplearon hilos para su fácil manejo, enseguida, se procedió por medio de palas, azadones y picos, a aflojar y revolver la tierra que permitiría a las raíces absorber el agua y los nutrientes con facilidad; se consideraron los pasillos para no pisarlas y compactar el suelo.

En el cuarto paso, se procedió a la siembra de semillas, plántulas de lechuga de diferentes especies, rábanos, betabel, cebolla, cilantro y coliflor, entre otras proporcionadas por la asociación PRONATURA y algunos alumnos.

¹ Es el área destinada a trasplantar o plantar. (SEMARNAT, 2013)

Todas las mañanas un alumno responsable de cada cama, se encargaba de abrir y cerrar las llaves del sistema de goteo, para regar la hortaliza.

Siendo incluidos en un programa sustentable, surge la necesidad de comprender lo que se entiende por este concepto de gran trascendencia a nivel mundial, “La sustentabilidad es en realidad un proceso que tiene por objetivo encontrar el equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos naturales.” (Centro de Cambio Global y la Sustentabilidad, 2014). Es decir, mejorar la calidad de vida de las personas, sin que pongamos en peligro los recursos para las generaciones del futuro; pensando siempre en lo importante que será disfrutar de los hermosos paisajes que se encuentran en México y el mundo, conocer e interactuar con especies endémicas, animales y plantas, seguir contando con ese vital líquido, la tan preciada agua que es necesaria para satisfacer las necesidades básicas, y por qué no pensar en seguir respirando aire puro, un aire que no dañe la salud y que permita salir sin temor al mundo exterior.

Toda actividad sustentable, al ser amigable con el ambiente, cumple con el objetivo de garantizar la supervivencia de las generaciones, creando un equilibrio entre la sociedad, la economía y el ambiente.

Actualmente la cosecha de la mayoría de las plántulas y semillas sembradas, se siguen recolectando, la cosecha se reparte entre todos los alumnos de manera equitativa según la cama que les corresponda por grupo.

Los alumnos suelen expresar diversas emociones al tener en sus manos lo que cosecharon.

Para concluir con este proyecto, se destaca que este tipo de actividades fomentan el valor hacia el cuidado del medio ambiente, además de la convivencia sana, armónica y pacífica entre ellos y los docentes, formando lazos de amistad entre distintos grados escolares, así como el amor hacia la naturaleza, aprendiendo a hacer y a ser, valorando los beneficios de la tierra y trasladando lo aprendido a sus hogares.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Calvo, S. y J. Corraliza. 1996 Educación Ambiental. Conceptos y Propuestas. Editorial CCS, España.

Cerezo, A. 1996 Educación Ambiental: Antecedentes históricos internacionales. Instituto de Ecología/Universidad Metropolitana, México.

Centro de Cambio Global y la Sustentabilidad. (2014). Centro de Cambio Global y la Sustentabilidad, A.C. Obtenido de http://ccgss.org/sustentabilidad/

García Téllez de Landa, Dolores 1997. Un modelo familiar para el siglo XXI. La filosofía ecológica aplicada a la relación humana. Ediciones Castillo, México.

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SEMARNAT. (2013). El Huerto Familiar Biointensivo. Ciudad de México, México.